Este año 2021 ha sido muy positivo pero con muchas subidas y bajadas. Un año que te enseña a ser fuerte, perseverante y constante para ponerte a prueba ciertas vicisitudes que demuestren que estás preparado para el siguiente paso. Y definitivamente, no estamos preparados aún. A mí me ha sacudido de diversas formas, y muchas semanas de constante esfuerzo, pruebas, fortaleza, nostalgia y depresión. Aunque yo era consciente de toda estás pruebas, nunca pensé que tendría que “estar observándome” interiormente con mayor frecuencia para dar el siguiente paso. Es todo un examen de consciencia.

¿ Por qué creo que no estamos preparados? La sabiduría interior conlleva mucha capacidad de cambio, de auto educarnos en cada instante y amoldarnos a situaciones donde nuestro ego no sea el protagonista. Y es la labor que más cuesta realizar porque tendríamos que cambiar nosotros y salir de nuestra zona de confort interior. Lamentablemente, buscamos muchas excusas para no hacerlo y buscamos fuera. Estamos muy acostumbrados a qué nos den la solución de afuera, de que la causa lo puede tener el “otro”, la sociedad y no nosotros.

El miedo ha sido una de las barreras protagonistas de este año, pero no se muestra sólo como algo negativo sino como un sentimiento normal que sólo hay que saber interpretar. No obstante, muchos de nosotros no hemos podido saber interpretarlo, y nos hemos dejado llevar por el miedo, las cosas que pasan en el exterior, y nuestro cuerpo se ha llenado de ansiedad y poca tolerancia. Dándose como consecuencia una inestabilidad emocional, y poco crecimiento espiritual.

El “otro” es tu herman@, no pienses que no está ligado a tu vida, por alguna razón cruza tu camino. El acto que cada uno haga es parte de su propia sabiduría. Mientras menos la tenga, es responsabilidad de “ell@s” las consecuencias que pueden darse en su camino. Es necesario que cada uno asuma la responsabilidad de sus acciones, y se comporte de acuerdo a las leyes del universo. Las pruebas que nos pone la vida, son muchas veces fuertes y duras, pero si actuamos con mayor sabiduría las consecuencias serán mejores y más reconfortantes. Sino seguiremos en el bucle de repetir historias, catástrofes y malos entendimientos hasta aprender, y ser conscientes que no estamos aquí sólo para disfrutar de la vida. Tenemos todos una misión, y nuestras acciones conllevan consecuencias, por tanto, debemos actuar con consciencia y cautela.

El unísono entre nosotros es poderoso, y tenemos que hacer que funcione. Intentar educar al cuerpo con pensamientos positivos, cambiar nuestra “actitud” ante cualquier situación, y educar a nuestro “ego” que muchas veces es el “niñ@ malcriado” que desea hacer berrinche, y salirse con la suya. Amarnos tal y como somos pero educándonos para ser mejor versión cada día sin depender del exterior.

Hagamos que el mundo sea diferente, pero el primer paso y solución, la tenemos en nosotr@s. Lo que es adentro se refleja afuera, y mientras más nos eduquemos, verán cambios en el exterior.

Algunos me preguntan, ¿Cómo empezar? Si te sientes perdid@, tienes que aprender a sentirte, aprender a escuchar tu mente, y tus pensamientos negativos, cuidar de las cosas que sueltas por la boca, y empezar a observar tu alrededor. Conecta lo que llevas adentro con todo lo que se te presenta afuera, hay mucha información que te llegará. Realmente es como miles de pistas para descubrir “algo” , y cuando empieces ha laborar en ellas descubrirás la información. Y mientras más hagamos dentro, las cosas fuera se transformarán. Es mágico! .

No te agobies por racionalizarlo todo o ponerle lógica. No te tienes que sentar a meditar o ponerte en “silencio”. Solamente, empieza a ser consciente de lo que haces, dices y piensas. Aprender a observar y concentrarte en tus acciones. Si prácticas estás acciones, verás que la información llegará a ti, porque te darás cuenta que muchos de tus pensamientos no coinciden con lo que sientes o haces. Observarás que nunca “observabas” porque estabas muy ocupado o pensando otra cosa. Descubrirás que a veces dices cosas que no sientes. Y cuando mires dentro no sólo descubrirás que tienes cosas “positivas” o “negativas”, sino que tienes la capacidad de generar una metamorfosis de tu ser y del mundo entero. Recuerda que todo en el universo está conectado, y todo lo que hagas aporta una consecuencia en tod@s.

Lamentablemente, no lo practicamos, queremos lo fácil. Por ello, mi gran deseo para el año 2022 es que nos unamos y trabajemos juntos en nuestro interior. Si has leído hasta aquí, te invito a probarlo.

Sí se puede!

Requiere esfuerzo pero da muchos frutos buenos para nosotros. Hagamos un mañana diferente unidos, sin criticas sino acciones más acciones. Los errores son normales, siempre que hagamos de ellos una transformación, lo reconozcamos y demos el paso del cambio.

Un grandioso Año Nuevo y un abrazo de corazón a corazón!!